Muchas veces nos pueden los clichés. Vemos a un tipo con la gorra hacia atrás, la ropa ancha y cadenas en el cuello que llegan hasta los tobillos y decimos: “Este tipo hace rap”. Vemos a nuestro jefe acercándose a nosotros y pensamos: “Hoy no salgo a mi hora”. Son clichés, sí, y su gracia y sentido vienen dados porque habitualmente se cumplen.
Por eso sorprende cuando el cliché no se cumple, cuando te encuentras con un caso como el de Andrew De Leon, que fue a hacer la prueba para el programa America’s Got Talent con su ropa de siempre: todo de negro, lentes de contacto, pelo largo. ¿Qué piensas que canta? Mientras lo piensan les dejo el vídeo y sigo debajo.
Como han descubierto, su oscuridad no se traduce en nada tenebroso musicalmente hablando, sino en una voz de soprano que había ocultado incluso a sus padres, escudándose en que no se considera bueno en nada y en que está acostumbrado a ser rechazado. Le dijeron desde el jurado que tenía razón, que no era bueno… sino “genial”. Evidentemente se clasificó.
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