Tiene una silla de comer extra grande y adaptó su cama para que parezca una cuna. Quiere una niñera tiempo completo porque se siente "desprotegido"...
Ya pasó los 30 años, pero usa chupete y gatea.
"Yo no quiero ser bebé, es difícil ser bebé" era el estribillo de una canción de los noventas, cantada por un niño llamado Jordy que se quejaba de lo trabajoso que era ser un infante.
Sin embargo, recientemente se conoció en el programa "My crazy obsession" la vida de Stanley Thornton, un adulto estadounidense que a los 31 años todavía toma leche de la mamadera, duerme en una cuna gigante, pide que le cambien los pañales y pinta con crayones todo el día tirado en el piso de su cuarto, el cual está adornado con motivos infantiles. Para este hombre, ser bebé no es nada complicado.
Thornton mide 1,67 de altura y pesa 133 kilos, no trabaja ya que por propia voluntad optó por vivir como un bebé el resto de su vida. Dice que cuando era verdaderamente chico se sintió desprotegido y allí radica su necesidad de que lo cuiden todo el tiempo, tanto que está buscando una niñera que esté dispuesta a atenderlo las 24 horas.
El pequeño gran Stanley lleva 18 años actuando como un bebé. "Cuando tengo puesto los pañales siento que mi mamá me abraza", expresó el hombre que considera que tiene una vida prodigiosa.
"Yo no quiero ser bebé, es difícil ser bebé" era el estribillo de una canción de los noventas, cantada por un niño llamado Jordy que se quejaba de lo trabajoso que era ser un infante.
Sin embargo, recientemente se conoció en el programa "My crazy obsession" la vida de Stanley Thornton, un adulto estadounidense que a los 31 años todavía toma leche de la mamadera, duerme en una cuna gigante, pide que le cambien los pañales y pinta con crayones todo el día tirado en el piso de su cuarto, el cual está adornado con motivos infantiles. Para este hombre, ser bebé no es nada complicado.
Thornton mide 1,67 de altura y pesa 133 kilos, no trabaja ya que por propia voluntad optó por vivir como un bebé el resto de su vida. Dice que cuando era verdaderamente chico se sintió desprotegido y allí radica su necesidad de que lo cuiden todo el tiempo, tanto que está buscando una niñera que esté dispuesta a atenderlo las 24 horas.
El pequeño gran Stanley lleva 18 años actuando como un bebé. "Cuando tengo puesto los pañales siento que mi mamá me abraza", expresó el hombre que considera que tiene una vida prodigiosa.
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