La industria del juicio no deja de sorprender. Realmente, el caso que
nos ocupa tiene
connotaciones realmente singulares. Resumiendo, se podría decir que él
demandó a su esposa por fea y ganó U$S 120 mil. Y antes que las “feas”
entren en pánico, vale la pena aclarar: ocurrió en China....
El demandante es un hombre en el norte del país asiático. Y la pregunta del millón es: ¿Cómo no se dio cuenta antes de la fealdad de su señora? La respuesta es que ella no era fea, al menos hasta donde él sabía. Tuvo que esperar hasta la llegada de la primera hija de la pareja para advertirlo.
La cosa es más o menos así: cuando la hija de ambos comenzó a crecer, el hombre notó que era muy fea y que esa fealdad no se correspondía con sus facciones ni las de su esposa. Entonces, pensó que su mujer lo había engañado con otro hombre. Pero no fue así.
La mujer le confesó que la nena era tan fea como ella supo serlo de chica. Fealdad que “corrigió” mediante una docena de cirugías plásticas. El hombre se sintió totalmente estafado y decidió no solo dar por finalizada la relación, sino también demandar a su mujer por haber traicionado su confianza.
Lo más llamativo de la cuestión es que Jian Feng ganó la demanda y embolsó unos 120 mil dólares. Paradójicamente, su esposa había gastado una suma similar en las mencionadas cirugías; publicó el sitio Mina.com, versión web de la agencia de noticias de Macedonia.
El demandante es un hombre en el norte del país asiático. Y la pregunta del millón es: ¿Cómo no se dio cuenta antes de la fealdad de su señora? La respuesta es que ella no era fea, al menos hasta donde él sabía. Tuvo que esperar hasta la llegada de la primera hija de la pareja para advertirlo.
La cosa es más o menos así: cuando la hija de ambos comenzó a crecer, el hombre notó que era muy fea y que esa fealdad no se correspondía con sus facciones ni las de su esposa. Entonces, pensó que su mujer lo había engañado con otro hombre. Pero no fue así.
La mujer le confesó que la nena era tan fea como ella supo serlo de chica. Fealdad que “corrigió” mediante una docena de cirugías plásticas. El hombre se sintió totalmente estafado y decidió no solo dar por finalizada la relación, sino también demandar a su mujer por haber traicionado su confianza.
Lo más llamativo de la cuestión es que Jian Feng ganó la demanda y embolsó unos 120 mil dólares. Paradójicamente, su esposa había gastado una suma similar en las mencionadas cirugías; publicó el sitio Mina.com, versión web de la agencia de noticias de Macedonia.
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